La primera película conocida que se rodó en Málaga fue este singular documental ferroviario filmado por el pionero catalán Ricardo de Baños desde la locomotora del tren que recorría la línea entre Málaga y Vélez. El itinerario fue captado por una cámara instalada en la locomotora desde donde se mostraba el paisaje y el litoral de la Axarquía por el que transitaba esta línea de los Ferrocarriles Suburbanos de Málaga. La película fue encargada por una sala de Barcelona, Metropolitan Cinemaway, que tenía forma de vagón de tren y prometía a sus espectadores viajes por todo el mundo sin necesidad de salir de la capital catalana. Este documental seguía el modelo creado años antes en Estados Unidos por la compañía Hale’s Tours of the World, que llenó el país de este tipo de cines que simulaban ser vagones de trenes. La estación inicial estaba situada en la misma playa de La Malagueta, en el terreno que hoy ocupa el Club Mediterráneo y el paseo marítimo. Desgraciadamente, este documental desapareció tras un incendio en la productora.