En un motel de carretera es hallado el cadáver de un hombre desnudo y atado a una cama. El sargento Rubén Bevilacqua (Vila) y su colega Virginia Chamorro se encargan de la investigación del caso, que es especialmente delicado porque Trinidad Soler, el muerto, era ingeniero de una central nuclear, de modo que la prensa se ha apuntado a las especulaciones más tremendistas. La víctima era un hombre corriente, y en principio no hay sospechosos. Lo único que averiguan Bevilacqua y Chamorro es que el ingeniero había llegado al motel acompañado de una joven muy guapa, que ha desaparecido sin dejar el menor rastro. Se llega a la conclusión de que la muerte debió producirse por accidente y el caso se archiva. Sin embargo, tres meses más tarde, la aparición del cadáver de una mujer en un bosque, hace que la investigación se reanude.