En febrero de 1940, Antonio García Álvarez (El Chófer) fue condenado a muerte en Consejo de Guerra sumarísimo; su delito el de “adhesión a la rebelión militar” por haberse unido voluntariamente como miliciano, a una de las Brigadas Populares del ejército republicano durante la Guerra Civil Española.
En los meses de reclusión en la Prisión Provincial de Málaga hasta su fusilamiento, Antonio, un conductor de taxi de adscripción anarquista escribió de forma clandestina un Libro de Poemas con 67 páginas, pidiendo como última voluntad en una carta de despedida, que se publicasen esos poemas.
Antonio fue ejecutado el 4 de octubre de 1940. Seis meses después llegaría a la prisión un indulto por el que se le conmutaba la pena de muerte por la de prisión atenuada. Ya fue demasiado tarde.