Ana tiene unos hijos preciosos, un marido ejemplar que vive para su trabajo y su familia, y un buen empleo que proporciona a la familia una pequeña ayuda para pagar la preciosa casa de sus sueños. Y así, en el quehacer cotidiano de su vida tranquila, Ana, va pasando sus años felices. Hasta que de pronto, un día, empezará a padecer una extraña e inexplicable enferemedad. Primero, comienzan a desaparecer los sabores y olores…