En el café de Chinitas / dijo Paquiro a su hermano: / «Soy más valiente que tú, / más torero y más gitano». Así comienza el poema que Federico García Lorca dedicó a la denominada «catedral del cante jondo»: el malagueño Café de Chinitas, que cerró sus puertas en 1937. En 1960, el cantaor Antonio Molina se encontraba en lo alto de su carrera y quiso homenajear a su Málaga natal y al mítico templo flamenco ya desaparecido con esta película en la que el artista también narraba su propia historia, desde sus orígenes humildes como pescador hasta convertirse en figura del flamenco. La plaza de la Constitución y el propio pasaje de Chinitas fueron testigo de aquella película, en la que el protagonista aparece también en la orilla del mar sacando el copo, un arte de pesca ya desaparecido.