El bulevar del ron trajo de vuelta a Málaga a una de las grandes divas de los años 60 y 70, Brigitte Bardot, que ya había rodado más de una década antes en Torremolinos ‘Los joyeros del claro de Luna’ (1958). Esta nueva cinta se ambientaba en el Caribe y el sur de EE UU en los años de la Ley Seca, aunque las cámaras de Robert Enrico encontraron todos esos escenarios en Andalucía y en la que la gran estrella internacional del cine francés tenía como compañero de reparto al contrabandista interpretado por Lino Ventura.
En Málaga se rodaron numerosas escenas y uno fue muy singular: el Ayuntamiento de Málaga. La Casona del Parque, como también se conoce el palacio municipal, se convirtió en un hotel de La Habana a ritmo de Charleston. Para la película alquilaron numerosos vehículos de época y contrataron los coches de caballos que paseaban a los turistas para situarlos a las puertas del Ayuntamiento, al que añadieron unos grandes toldos para completar el aire colonial del propio edificio construido a comienzos del siglo XX. A las puertas del presunto hotel llegaba la pareja protagonista formada por la pizpireta Bardot y el aventurero Ventura. En otra escena, el final de la película, una gran pelea a la vieja usanza con cientos de personajes dándose mamporros a su salida de la cárcel tras la abolición de la prohibición de beber alcohol y la consiguiente borrachera para celebrarlo. El escenario no fue otro que la Calzada de la Trinidad, donde se situó el saloon donde arrancaba la pelea, que se prolongaba hacia la calle y concluía con el actor Lino Ventura entrando en un cine en el que veía a su gran amor, a la que encarnaba Bardot.
El rodaje del filme levantó una gran expectación, sobre todo por la presencia de BB, que además aprovechó su estancia para dejarse ver por algunas fiestas en Marbella, junto al príncipe Alfonso de Hohenlohe-Langenburg y la jet set.