Tano siempre ha hecho el trabajo sucio que Manuel, un constructor andaluz, requería. Sin embargo, los tiempos han cambiado: gente nueva, negocios nuevos y otra forma de gestionar la empresa. Lo que nunca cambia es la violencia.
Tano siempre ha hecho el trabajo sucio que Manuel, un constructor andaluz, requería. Sin embargo, los tiempos han cambiado: gente nueva, negocios nuevos y otra forma de gestionar la empresa. Lo que nunca cambia es la violencia.